Cuando mi hijo era muy pequeño sufría de hemorragía nasal o de sangrar por la nariz. Esto es muy común en los menores. Recientemente encontré un panfleto que su pediatra nos recomendó leer sobre las causas y cómo prevenirla.
A muchos niños les sangra la nariz sin haber sufrido un golpe o estar enfermo. Esto puede ser muy alarmante para el niño y los padres. Las hemorragías repentinas son causadas regularmente por la rotura de un vaso sanguíneo y también por los siguientes factores:
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Resequedad de la mucosa debido al clima. Esto es causado por las altas temperaturas en verano o por el calor de la calefacción en la temporada de invierno.
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Trauma causado por hurgarse la nariz. El área anterior del tabique de la nariz, existen venas o capilares muy superficiales que cuando son tocados con los dedos se revientan con facilidad.
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Calor externo e interno. Las altas temperaturas del clima y el calentamiento interno del cuerpo cuando se hace alguna actividad física o deportiva secundan la dilatación de los vasos sanguíneos.
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Mocos. Formación de muchos mocos que no se limpian y se secan en las paredes internas de la nariz y al momento de retirarlos provocan hemorragia al romper los vasos sanguíneos.
Para prevenirlas
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Durante las noches de verano e invierno, usa un humidificador de aire en la habitación
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Aplica vaselina en las fosas nasales secas del niño
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Usa gotas nasales de agua salina que usualmente se consigue sin receta médica
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Explícale al niño que no debe hurgarse la nariz porque el roce de sus dedos rompe los vasos sanguíneos y puede sangrar
Una de las cosas que nos aconsejó el pediatra es de nunca echar la cabeza del niño hacia atrás. Esto hace que le niño se trague la sangre. Tampoco es recomendable tapar la nariz con algodón o papel, ya que al retirarlo se puede romper el coágulo que se ha formado y volverá a sangrar.
Si el niño sufre de mucho sangrado, es muy importante llevarlo con su pediatra o un especialista para que sea evaluado.